EL PODER DE LA CORONA

Tras una oleada de despropósitos,y de rechazo a la corona y a la figura del rey Juan carlos I, traídas desde Cataluña y propagados por los medios, el Rey se ha pronunciado al respecto.

En estos momentos cruciales de ataques a la Corona y a otros símbolos del Estado, su majestad el Rey Juan Carlos I, salió al paso de todos los hechos y las acciones que están ocurriendo en nuestro país.

El Rey incidió en decir que rompió con el franquismo para traer el periodo democrático y pacífico más largo de la Historia de nuestro querido y paradójico país.

Por supuesto que Don Juan Carlos y sus hijos han cometido errores, sobre todo por omisión. Son más sus ausencias que sus hechos lamentables. Pero eso no significa que la figura del Rey deba ser debatida. Sobre todo en la calle, con fotos y mecheros. Si alguien desea discutir la conveniencia de seguir con una monarquía constitucional o cambiar a una III República, que lo haga con valentía y no como actos como los que hemos visto últimamente, en Gerona.

El Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero, por otra parte es incapaz de hacer nada importante, de hacer nada bien, de atajar el problema federal que, se sospecha, se promueve desde la Moncloa. Sin embargo el PP, el partido opositor, tiene ahora en la figura del Rey el motivo ideológico que le faltaba, para salir un poco de su letargo.

En este momento, en España, el debate sobre monarquía o república carece de sentido, o por lo menos eso creo. Con hechos tan evidentes como el que ocurrió ayer en la FIRA de Barcelona en la que el presidente de la Generalitat, José Montilla, dejó claro las pretensiones del parlamento catalán a la figura de los reyes y su familia. Así se lo hizo saber a los Príncipes de Asturias en un sentido reconocimiento, Montilla quiso agradecer la presencia de Don Felipe y Doña Letizia "en un acto de plena normalidad institucional en Cataluña y Barcelona, donde se os respeta y se os quiere", lo que provocó una espontánea ovación de los asistentes, a lo que también subrayó promoviendo el respeto a los símbolos para fortalecer el sistema democrático nacional".

En definitiva, La Nación y el Estado de Derecho están muertos?, yo doy mi opinión y digo;

¡VIVA EL REY!