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Aunque la noche fue corta en lo que al descanso se refiere, pronto nos afanabamos en buscar un nuevo día, una nueva aventura, en este fin de semana para recordar. Todo empezaba el viernes a media tarde, comenzaba todo descubriendo rinconcitos, de los más antiguos y bellos de mi Jerez.
Lo primero que vimos fue la majestuosa cartuja jerezana de Sta. María de la Defensión que levantada a los pies del serpenteante río Guadalete, sigue intacta y anclada en el tiempo. Siendo una obra maestra del arte Gótico- renacentista y barroco.
Cartuja que fue cuna de los buenos caballos cartujanos, caballos que con arte y esmero, los cartujos de la orden de San Bruno desde la finca "Salto al cielo" , crearon una estirpe de las mejores razas caballares del mundo, el pura raza español.
Siglos después S. XX, motivó a un insigne caballero de la ciudad, a crear una escuela para promover el mundo del caballo y la doma de alta escuela. Álvaro Domecq, l
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o logró, e hizo que el caballo significara para Jerez, un Leit Motive, fue por el año 1.975.
Algunos años más tardes en 1.987 fue elevada a rango Real por su majestad el Rey. Con esta serie de acciones Don Álvaro Domecq conseguía darle al caballo y a Jerez, el sitio que deberían haber tenido siempre, convirtiéndose este noble animal en binomio e icono perfecto de la ciudad y en un atractivo turístico, deportivo e industrial.
El espectáculo denominado "Como bailan los caballos andaluces", representa en un recinto típicamente andaluz, la representación de Fantasía Ecuestre, un espectáculo, en el cual la elegancia, el cuidado y la puesta en escena de jinete- caballo, está cuidada al milímetro.
En el veremos piafes impresionantes, paso español, cabriolas, saltos de alta escuela, y un sinfin de cosas más dignas de ver por el ojo humano.
La cena en la recoleta plaza Plateros, la copa en Santiago escuchando y sintiendo flamenco y del bueno, así como el fin de la noche en la tetería de la Chancillería, hicieron una jornada para recordar.
Después de una noche intensa, por las calles de Jerez, por sus lugares más emblemáticos, y por los rinconcitos con más duende, el día posterior nos
deparaba nuevas aventuras a orillitas de la Bahía y del Oceáno el cual se nos desplegaba ante nuestros ojos cual balcón al mar, desde la Villa de Rota.
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Rota, marinera y hortelana, una de las puntas que cierran la hermosa bahía de Cádiz.
El Castillo de Luna y la Iglesia se Sta. María de la O, presiden el casco antiguo de Rota. Fue plaza fortificada con los árabes y los cristianos mantuvieron ese papel defensivo.
Sus magníficas playas han propiciado una expansión de la villa como centro veraniego.
La base aeronaval copa casi una cuarta parte de su territorio.
"Rota una blanca azotea asomada al océano, el mar como telón de fondo de la vida cotidiana". Dejando a un lado la base aeronaval, emprendíamos nuestra próxima escala; Chipiona.
Pescadora y vinícola, un bello nudo de enlace entre la desembocadura del Guadalquivir y el Atlántico.
El Bajo Guadalquivir, cada vez se hacía más patente, en nuestro viaje. A nuestra llegada al pueblo de la más grande, éramos recibidos por un burrito y un agricultor hechos en bronce, preciosas imágenes de un pueblo trabajador y dedicado a las labores del campo.
Tendida a orillas del océano, Chipiona, se ha ido ensanchando entre el Faro, el más alto de España y el Santuario de Ntra. Sra de Regla.
Fundada por el cónsul romano Quinto Servilio Cepión, sus doradas playas y su puerto deportivo convocan cada año una nutrida población de veraneantes.
Pronto veíamos su colosal faro, y el chapitel del Santuario de Nta. Sra. de Regla.
Pero Chipiona no es sólo pueblo, es más que eso, Chipiona es Rocío. Rocío inmortal, Rocío que permacenerá para siempre en su pueblo natal y en la memoria de todos. Como dice Alberti en su epitafio; Rocío del mar de Cádiz, canta siempre amor Rocío.
Vivimos algunas que otras anécdotas; en el castillito, la bodeguita del mismo, (con mi baño de moscatel incluido !mucho bueno, mucho bueno!,así como el camarero partio por la mitad), el alaclán ( y su marrajo a la plancha,mm), el rinconcito de playa aquel que tanto me llamó la atención, la Tamy de la boda en Regla, así como la cucky filmada por Raúl, hicieron que en Chipiona echaramos un buen rato de risas, antes de depedirnos de la Chipionera más universal, claro.
"Chipiona cuna del vino moscatel, un faro histórico en las rutas marítimas de Andalucía".
Solo nos quedaba un último destino, para volver a atravesar las viñas del marco y volver a Jerez, nos disponíamo a ir a Sanlúcar.
Vinatera y pescadora, puerta de Doñana. Fin de trayecto y punto de partida del Guadalquivir y de este nuestro viaje.
Frente a las dunas y pinares del coto de Doñana, y en la desembocadura del Guadalquivir, Sanlúcar conserva muy viva su memoria histórica. Sanlúcar alcanzó su mayor relevancia tras el descubrimiento de América, cuando fue paso obligado de las flotas de Indias.
Hoy es una ciudad donde se alían admirablemente el clima señorial y el ambient
e po
pular.
Fue capital del señorío de Medina- Sidonia y corte veraniega del duque de Montpesieur, como así se dejo constancia con la escultura de la infanta María Luisa Fernanda en una de sus placitas junto a la Recinto ferial de la Calzada.
Sus magníficas iglesias y mansiones, desperdigas en los barrios alto y bajo como; la Merced, el convento de las carmelitas descalzas, el castillo de Santiago, la iglesia de la O, las Covachas, etc... hablan bien claro de su pasado esplendoroso. De singular importancia todos entre los palacios de Medina- Sidonia y el de los infantes de Orleans, entre los cuales cabe buena parte de la historia de Andalucía.
No todo es monumento en Sanlúcar su privilegioso enclave con un marco privilegiado le hace poseer desde Bajo de Guía una de las puestas de Sol más bellas de nuestro entorno.
Así como sus fiestas; su Semana Santa, El Rocío, su feria de la Manzanilla, así como las carreras de caballos en las playas de la ciudad en período estival le confieren a este pueblo una indiosincracia propia.
Y no podemos olvidarnos como no de sus gentes, las que verdaderamente hacen de Sanlúcar una ciudad alegre y entusiasta, y sino que se lo digan al dueño del Museo de las Caracolas, que con parte de su Casa- Barco, se fue a la Plaza de Cabildo a sacarse también unos eurillos, y es que este pueblo es así, nadie pasa desapercibido.
" Sanlúcar una delicia renovada en sus bodegas, sus cultivos tempranos y su puerto pesquero.Sanlúcar río y mar, trasluz de Andalucía".
Sólo nos quedaba volver al comienzo, cruzando todo el marco del consejo regulador del denominado Jerez- Xerez-Sherry, retornabamos a la capital universal del caballo, del vino y del flamenco.
Cabeza de una extensa comarca agrícola y ganadera, Jerez es el prototipo de ciudad andaluza, siendo aristócrata y popular a la vez.
En su extenso reducto urbano abundan iglesias suntuosas así como casas palaciegas. Su casco antiguo con el Alcázar al frente limíta con modernas urbanizaciones y con la estampa tradicional de las bodegas.
El nombre universal de Jerez, se debe a sus vinos generosos, pero la ciudad se enorgullece en la importancia de la forja del flamenco y en la cría caballar.
" Jerez una ciudad espejo de nobles ciudades andaluzas".
Cuesta creerlo pero este mítico ratoncito del que todos los niños creíamos que divagaba por las casas recogiendo dientes de leches e intercambiándolos por diminutos regalos era y es andaluz, concretamente jerezano, Qué arte!, bueno él concretamente no, pero sí su creador el padre jesuíta Luis Coloma. .jpg)
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