"Si yo suelo caminar sobre brasas encendias, si me gusta disfrutar por la noche y por el día, no es que sea un superman, es que me gusta la via, me gusta saborear, las cosas más pequeñitas, las cosas más chiquititas..."
lunes, 21 de abril de 2008
lunes, 14 de abril de 2008
jueves, 10 de abril de 2008
JEREZ DE ANTAÑO
Fotografía; Raúl Ramírez
viernes, 4 de abril de 2008
SIRTAKI, UNA DANZA NACIDA DE UN GUIÓN

martes, 1 de abril de 2008
UNA DE ZAPATOS...ZAPATERO!
" Zapatitos de charol, ni para el frío ni para el calor"
" Zapato roto o sano, más vale en el pie que no en la mano"
" Zapatero en su banquilla, rey de castilla"
" Zapatero, a tus zapatos"
miércoles, 26 de marzo de 2008
ENCARNACIÓN DEL SILENCIO
Los silencios del silencio .JPG)
Juan Manuel los ha bordado,
con las agujas del tiempo
y un ovillo amordazado.
A las dos de la mañana,
un cerrojo plañidero
manda plantar sobre el suelo
la cruz de guía de plata.
Teólogos penitentes
silencian el regocijo;
la Salud se hace presente
sale el Santo Crucifijo.
El cortejo pulcro y bruno
luce un rojo cañaveral,
un Corpus con luz de luna
umbrío y sacramental.
La defensa de la vida
va tu Salud pregonando,
juramos sobre la Biblia
cuando los pies te besamos.

Por eso quiero invocarte
Sanador Crucificado,
Patriarca de Doctores
de la Salud doctorado.
Galeno de Galilea,
Cirujano de las almas;
Tú que extirpas las ideas
deletreadas con balas.
Mirando tu anatomía,
comprendo bien el delirio
de quien rechaza el martirio
con maternal rebeldía.
Encarnación desearía
bordarse en el Simpecado
y cambiar la profecía
por gozo celeste y blanco.
O quemarse muy deprisa
como carbón de incensario,.JPG)
encarnándose en cenizas
a su vuelta por Vicario.
Cualquier cosa menos verte
en tu joyero dorado,
de la Salud despojado
con el rigor de la muerte.
Por eso no digo nada
cuando pasa tu retablo;
pudiendo hablar, no te hablo
y hasta el silencio se calla.
Sólo tengo estas palabras
que siempre decía mi abuelo:
"No sabes cuánto te quiero
Crucifijo de mi alma ".
Juan Manuel los ha bordado,
con las agujas del tiempo
y un ovillo amordazado.
A las dos de la mañana,
un cerrojo plañidero
manda plantar sobre el suelo
la cruz de guía de plata.
Teólogos penitentes
silencian el regocijo;
la Salud se hace presente
sale el Santo Crucifijo.
El cortejo pulcro y bruno
luce un rojo cañaveral,
un Corpus con luz de luna
umbrío y sacramental.
La defensa de la vida
va tu Salud pregonando,
juramos sobre la Biblia
cuando los pies te besamos.

Por eso quiero invocarte
Sanador Crucificado,
Patriarca de Doctores
de la Salud doctorado.
Galeno de Galilea,
Cirujano de las almas;
Tú que extirpas las ideas
deletreadas con balas.
Mirando tu anatomía,
comprendo bien el delirio
de quien rechaza el martirio
con maternal rebeldía.
Encarnación desearía
bordarse en el Simpecado
y cambiar la profecía
por gozo celeste y blanco.
O quemarse muy deprisa
como carbón de incensario,
encarnándose en cenizas
a su vuelta por Vicario.
Cualquier cosa menos verte
en tu joyero dorado,
de la Salud despojado
con el rigor de la muerte.
Por eso no digo nada
cuando pasa tu retablo;
pudiendo hablar, no te hablo
y hasta el silencio se calla.
Sólo tengo estas palabras
que siempre decía mi abuelo:
"No sabes cuánto te quiero
Crucifijo de mi alma ".
Fotografía; Raúl Ramírez
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martes, 25 de marzo de 2008
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