Prendido y desamparado,
bajo un olivo del huerto,
una vez más traicionado
va Jesús del Prendimiento.
En sus cabellos rizados
la brisa no tiene asiento;
hasta el eco lo ha llorado
Prendimiento, Prendimiento.
van arrullando al Maestro
que regala una mirada...
Jesús de los ojos tiernos.
que me salva si naufrago y
la fuente de Santiago
llora lágrimas de sangre
deslumbra sin reparo
y al llegar el Desamparo
aún nos tiene encandilados.
Sin que me creas arrogante,
yo te ruego Prendimiento
que medites mi argumento,
con eso tengo bastante.
Si eres Gitano galante
de los cielos de Santiago,
cuando veas a Desamparo,
déjala pasar delante.
que respeta a las mujeres
a tu Madre, si la quieres,
déjala pasar delante.
ugar de tu preferencia,
por la hombría de tu herencia,
déjala pasar delante.
verás bordado en su manto
el Desamparo que tanto
lastima tu sentimiento.
el Hijo de Dios no sabe
que Desamparo es la clave
para sentirse querido.
a tu lado pasaría
y nadie se interpondría
en ese supremo instante.
para que Dios nos ampare,
Prendimiento, te lo pido:
¡Déjala pasar delante!
Doce rosarios golpean en perfecta sinfonía,
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