Jerez, se va al Rocío, pero yo me quedo en Jerez. La nostalgia, los buenos momentos, los amigos que se marchan... ese será el sentimiento de muchos rocieros o rocieras que sientan más o menos el Rocío, verán como este año no se cumple su sueño y áquellos momentos irrepetibles.
Yo, este año, me quedo aquí. Las circustancias, hacen que vea otro Rocío diferente. Éste año la Hdad. de Quechua, no pisará las arenas benditas y perderá su sitio tras tres años ininterrumpidos. Una pena! Los hermanos peregrinos de esta Hermandad joven pero alegre, emotiva y sentía, han decidido ir con otras hermandades con más solera e indiosincracia. Algún día espero volver a reorganizarla como Hno. fundador, aunque sea con otros hermanos.
Mientras tanto, desde las arenas de Bajo Guía me conformaré viendo como se adentra el simpecao morao de mi tierra por las dunas de Doñana, buscando el momento mágico del encuentro con la Reina del Rocío.
Un fuerte abrazo a todos los rocieros que hacen el camino, y que ven en él un sueño cumplido.