Se acerca la mágica tarde-noche del 5 de Enero y los tres magos de Oriente, hacen sus preparativosy preparan sus rutas astrales, divisan las estrellas y constelaciones, y lo van teniendo todo a punto, para un duro y largo viaje por todos los rincones y casas del mundo.Desde puntos diferentes del Oriente, bien sea desde Egipto, Persia o la India, y utilizando diferentes medios ya sea a caballo, camello o elefante, llegaron a Belén tres buenos hombres hace ya dos mil ocho años. Éstos vieron con un fenómeno astronómico, el destellar de un astro que les guió al lugar del nacimiento de Jesucristo. Las únicas referencias que tenemos las encontramos en el evangelio de San Mateo, siendo este el único que menciona que vieron aparecer por el oeste la estrella de Belén tres hombres llegados de Oriente.
"Nacido, pues Jesús de Belén de Judá en los días del rey Herodes, llegaron del Oriente a Jerusalén unos magos diciendo: ¿ Dónde está el rey de los judíos que acaba de nacer?"
Mateo 2, 1-2
Los tres protagonistas fueron; Melchor, el rey llegado de Persia, tradicionalmente representado por una persona blanca y anciana, obsequió al recién nacido el tributo del oro, como símbolo de rey de reyes; Gaspar, el rey llegado de Egipto, representado por una persona de tez morena y barba marrón, entregó al niño el tributo de la mirra, como símbolo que reconoce a Jesús como hombre mortal, y por último Baltasar, el rey negro que procedente de la India y representado por una persona joven, otorgó al Mesías; incienso como símbolo que aclama a Jesús como Dios.
" Y al entrar en la casa, vieron al niño con su madre María, y postrándose, lo adoraron; y abriendo sus tesoros, le ofrecieron presentes: oro, incienso y mirra."
Mateo 2, 11
La mañana del día 6, conocida como el día de la Epifanía, significa la manifestación o revelación de Dios, a través de la estrella del Oriente, y a su vez la adoración de los tres magos llegados desde diferentes puntos del planeta.A la espera de este acontecimiento tan especial y cargado de ilusión y nostalgia de la infancia, sólo me queda esperar la ansiosa noche del día 5, como hacía desde pequeño cuando dejaba mis zapatillas debajo del arbol y un vaso de leche para sus majestades en el salón de mi casa con dulces y anis.
Feliz día de la Ilusión a todos!
Foto: R. Ramirez.
