"Si yo suelo caminar sobre brasas encendias, si me gusta disfrutar por la noche y por el día, no es que sea un superman, es que me gusta la via, me gusta saborear, las cosas más pequeñitas, las cosas más chiquititas..."
viernes, 4 de enero de 2013
martes, 21 de diciembre de 2010
UNA PEQUEÑA GRAN HISTORIA HECHA EN JEREZ
Sentía ya nuestra divina Princesa que se llegaba el claro día de la vista deseada del sumo bien, y como por crepúsculos y anuncios reconocía en sus potencias la fuerza de los rayos de aquella luz divina que ya se le acercaba. Enardecíase toda con la vecindad de la invisible llama que alumbra y no consume.
- Alégrate, llena de gracia, el Señor está contigo; bendita tú entre las mujeres.
Ella se turbó ante estas palabras, y se preguntaba qué saludo era aquél. El ángel le dijo:
- No temas, María, porque has encontrado gracia ante Dios. Concebirás en tu vientre y darás a luz un hijo y le pondrás por nombre Jesús. Será grande, se llamará Hijo del Altísimo, el Señor Dios le dará el trono de David su padre, reinará sobre la casa de Jacob para siempre, y su reino no tendrá fin.
Y María dijo al ángel:
- ¿Cómo será eso, pues no conozco varón?
El ángel le contestó:
- El Espíritu Santo vendrá sobre ti y la fuerza del Altísimo te cubrirá con su sombra; por eso el santo que va a nacer se llamará Hijo de Dios.
Ahí tienes a tu pariente Isabel que, a pesar de su vejez, ha concebido un hijo, y ya está de seis meses la que llamaban estéril, porque para Dios nada hay imposible.
María contestó: - Aquí está la esclava del Señor, hágase en mí según tu palabra. Y el ángel se retiró. LUCAS.-
NACIMIENTO DE JESÚS
Y sucedió que, estando allí, le llegó la hora del parto, y dio a luz a su hijo primogénito; lo envolvió en pañales y lo recostó en un pesebre, porque no había lugar para ellos en el aposento. LUCAS.-
-No temáis, porque he aquí os doy buenas nuevas de gran gozo, que será para todo el pueblo: que hoy, en la ciudad de David, os ha nacido un Salvador, que es Cristo el Señor. Y esto os servirá de señal: Hallaréis al niño envuelto en pañales y acostado en un pesebre.
De repente apareció con el ángel una multitud de las huestes celestiales, que alababan a Dios y decían:
-¡Gloria a Dios en las alturas, y en la tierra paz entre los hombres de buena voluntad!
Aconteció que, cuando los ángeles se fueron de ellos al cielo, los pastores se decían unos a otros:
-Pasemos ahora mismo hasta Belén y veamos esto que ha sucedido, y que el Señor nos ha dado a conocer.
Fueron de prisa y hallaron a María y a José, y al niño acostado en el pesebre. Al verle, dieron a conocer lo que les había sido dicho acerca de este niño. Todos los que oyeron se maravillaron de lo que los pastores les dijeron; pero María guardaba todas estas cosas, meditándolas en su corazón. Los pastores se volvieron, glorificando y alabando a Dios por todo lo que habían oído y visto, tal como les había sido dicho. LUCAS.-
ADORACIÓN DE LOS PASTORES
Había unos pastores por aquellos contornos que dormían al raso y vigilaban por turno su
rebaño durante la noche. De improviso un ángel del Señor se les presentó y la gloria del Señor
los rodeó de luz y se llenaron de un gran temor. El ángel les dijo: No temáis, pues vengo a
anunciaros una gran alegría, que lo será para todo el pueblo: Hoy os ha nacido en la ciudad
de David, el Salvador, que es el Cristo, el Señor; y esto os servirá de señal: encontraréis a un
niño envuelto en pañales y reclinado en un pesebre. LUCAS.-
- Cuando Jesús nació en Belén de Judea en días del rey Herodes, vinieron del oriente a Jerusalén unos magos, diciendo: ¿Dónde está el rey de los judíos, que ha nacido? Porque su estrella hemos visto en el oriente y venimos a adorarle. Oyendo esto el rey Herodes se turbó, y toda Jerusalén con él. Y convocados todos los principales sacerdotes, y los escribas del pueblo, les preguntó donde había de nacer el Cristo.
- Ellos le dijeron: En Belén de Judea; porque así está escrito por el profeta: y tú, Belén, de la tierra de Judá, no eres la más pequeña entre los príncipes de Judá; porque de tí saldrá un guiador, que apacentará a mi pueblo Israel.
- Entonces Herodes, llamando en secreto a los magos, indagó de ellos diligéntemente el tiempo de la aparición de la estrella; y enviándolos a Belén, dijo: Id allá y averiguad con diligencia acerca del niño; y cuando le halléis, hacédmelo saber, para que yo también vaya y le adore. MATEOS.-
ADORACIÓN DE LOS REYES DE ORIENTE
Entonces José se levantó, tomó de noche al niño y a su madre, y se fue a Egipto. Y estuvo allí hasta la muerte de Herodes, para que se cumpliese lo que habló el Señor por medio del profeta, diciendo: De Egipto llamé a mi hijo. MATEOS.-
LA SAGRADA FAMILIA EN NAZARET
Cuando cumplieron todas las cosas mandadas en la Ley del Señor regresaron a Galilea, a su ciudad de Nazaret. 40 El niño iba creciendo y fortaleciéndose lleno de sabiduría, y la gracia de Dios estaba en él. LUCAS.-