viernes, 19 de marzo de 2010

SON LAS DOS...

En la plaza de San Miguel
corre una brisa con aromas
de azahar,
el gentío entre murmullos
impaciente esperando están,
esas dos campana que anuncia
que son las dos de la madruga.
La plaza se hace silencio,
para que las puertas del templo
se abran de par en par
y salga la cruz de guía,
que por las puerta asoma ya.
Pero al fondo y entre tiniebla
de incienso
el Hijo de Dios en una cruz
muerto esta.
Y en el silensio de la madruga
suenan tres golpes seco,
para que el Santo Crucifijo de la Salud
salga a hombros de sus
costaleros, con promesas
y plegarias por las calles de la
ciudad.