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lunes, 17 de diciembre de 2012

miércoles, 5 de diciembre de 2012

COPLAS A LA VIRGEN

En el tronco de aquel árbol,
oculta de tanto años,
donde nadie te encontró...
oculta de sol y luna,
solo tu buena fortuna
el cazador que te hayó...

Eres tu sonrisa
sopla como fresca brisa
sobre la tierra en que yo
nací para gloria mía,
esta hermosa Andalucía
tierra que tanto te amo...

Coplas a la Virgen
que esta en el Rocío,
Coplas a la virgen
que allí se encontró,
que radiante estrella
y hermoso lucero
de los trianeros 
consuelo y perdón,
de los trianeros
delirio y  pasión.

Tienes oro, tienes plata
tienes hermosos tesoros
que esta tierra te entregó...
Más vale los corazones
que te elevan oraciones
sin que se escuche su voz
y si por si poco fuera
canciones a su manera 
esta tierra  te cantó
por eso llegara el día
en que tenga Andalucía
el premio que da tu amor
por eso llegara el día 
en que tenga Andalucía 
el premio que da tu amor.

lunes, 23 de julio de 2012

PORQUE HAY MUCHOS ROCÍOS...

Había una vez una mujer que tenía una pequeña tienda. Era un comercio de conveniencia, de los que puedes encontrar abierto cualquier día y donde puedes comprar aquello que de repente te faltó en casa. Abría su negocio de lunes a domingo, mañana y tarde, horas y horas al día… Para ella no había festivos, ni puentes, ni mucho menos vacaciones,... Demasiadas bocas dependían de los pocos euros que su humilde negocio era capaz de generar al día. Solo se permitía una licencia al año. Un miércoles de Mayo buscaba en el cajón del dinero, aquel folio que guardaba doblado y que al abrirlo enseñaba un escueto “Vuelvo enseguida”. Ese miércoles se marchaba a Santo Domingo a escuchar la misa de romeros. Ella no era de los rostros conocidos de siempre y casi nadie la conocía, pero sin embargo, como a cualquier otro, se le erizaba el vello viendo a las primeras mujeres vestidas de flamenca o escuchando los primeros toques del tamboril. Acabada la misa, despedía de lejos al Simpecado y buscaba con premura un autobús que la llevara a su tienda, mientras se tragaba las lágrimas y maldecía en su interior no haber tenido más suerte en esta vida… Desde ese momento su Rocío pasaría por esperar los reportajes de la televisión y alguna conexión de aquella vieja radio que siempre fue su compañera en la soledad del día a día. Y por supuesto su Rocío también pasaría por aquella vieja medalla que colgaba junto al almanaque de pared. Una medalla que sabe que nunca hará el camino, pero que no por ello, es menos rociera.